"Razones por las que algunas personas toleran relaciones tóxicas"

POR María Elizeth González Martínez
04/08/2024

1. Baja autoestima:
Las personas con baja autoestima a menudo tienen una percepción distorsionada de su propio valor. Pueden creer que no merecen ser amadas o tratadas con respeto. Esta creencia les lleva a aceptar comportamientos dañinos como algo "normal" o incluso "merecido". La baja autoestima también puede hacer que teman no encontrar otra pareja, lo que les mantiene en relaciones poco saludables.

2. Dependencia emocional:
La dependencia emocional se caracteriza por una necesidad excesiva de afecto y aprobación de la pareja. Las personas dependientes suelen temer la soledad y pueden sentir que no pueden funcionar sin su pareja, incluso si la relación es dañina. Esta dependencia puede ser resultado de patrones de apego inseguro desarrollados en la infancia.

3. Normalización del comportamiento tóxico:
Cuando alguien crece en un ambiente donde las relaciones tóxicas son comunes (por ejemplo, padres con una relación disfuncional), puede interiorizar estos patrones como "normales". Esto dificulta reconocer comportamientos abusivos o tóxicos en sus propias relaciones, ya que les resultan familiares y, por tanto, aceptables.

4. Esperanza de cambio:
Muchas personas se aferran a la idea de que pueden "arreglar" a su pareja o que ésta cambiará con el tiempo. Esta esperanza puede ser alimentada por momentos de mejora temporal en la relación o promesas de cambio por parte de la pareja tóxica. Sin embargo, esta esperanza suele ser infundada y mantiene a la persona en un ciclo de decepción continua.

5. Miedo:
El miedo puede manifestarse de diversas formas: miedo a la violencia física, a represalias emocionales, a perder la custodia de los hijos, a dificultades económicas, o incluso miedo a lo desconocido. Este temor puede paralizar a la persona, haciéndole sentir que es más seguro permanecer en la relación tóxica que enfrentar las consecuencias de terminarla.

6. Factores externos:
Las presiones externas pueden ser significativas. Por ejemplo, la familia puede insistir en mantener la relación por razones culturales o religiosas. La sociedad puede estigmatizar el divorcio o la separación. Las dificultades económicas pueden hacer que la persona se sienta atrapada, especialmente si depende financieramente de su pareja.

7. Ciclo de abuso:
El ciclo de abuso típicamente consta de tres fases: acumulación de tensión, incidente de abuso, y "luna de miel". La fase de "luna de miel", donde el abusador muestra arrepentimiento y afecto, puede reforzar la esperanza de cambio y mantener a la víctima en la relación.

8. Manipulación:
Las parejas tóxicas suelen ser hábiles manipuladores. Pueden usar tácticas como el gaslighting (hacer que la otra persona dude de su propia percepción de la realidad), chantaje emocional, o alternar entre maltrato y muestras de afecto para mantener el control sobre su pareja.

9. Trauma bonding:
Este fenómeno psicológico ocurre cuando la víctima desarrolla una conexión emocional fuerte con su abusador. Se produce por la alternancia entre maltrato y afecto, creando una dinámica adictiva similar al síndrome de Estocolmo.

10. Negación:
La negación es un mecanismo de defensa psicológico que permite a la persona evitar enfrentar la realidad dolorosa de su situación. Puede manifestarse como minimización de los problemas, racionalización del comportamiento abusivo, o simplemente rehusarse a reconocer la existencia de problemas en la relación.

Cada uno de estos factores puede contribuir de manera significativa a que una persona permanezca en una relación tóxica. Es importante señalar que a menudo varios de estos factores operan simultáneamente, creando una red compleja de razones por las que alguien tolera una relación dañina. La terapia puede ser crucial para ayudar a las personas a reconocer estos patrones y desarrollar la fuerza y las herramientas necesarias para salir de relaciones tóxicas.

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Psic. Elizeth González